EL PENSAMIENTO NOS HARA LIBRES

Este blog quiere ser un medio abierto a la expresión del pensamiento, especialmente para comentar aquello que nadie se atreve a decir y que los medios de comunicación ocultan para mantener el sistema.

jueves, octubre 27, 2005

La pregunta del candidato Hirsch.

¿DONDE ESTÁ LA PLATA?

Vi parte de la entrevista que Fernando Paulsen hizo a Tomás Hirsch en el programa "Última Mirada" en Chilevisión. Reconozco que me impactó la pregunta que el candidato planteó "¿Dónde está la plata?".
Y me dejó dando vueltas al tema. Hace años el precio del cobre rondaba en 90 centavos la libra y hoy se duplicó. Resulta que hoy vivimos igual -peor para los más pesimistas- que cuando el valor del mineral era bajo.
Más aún, se habla de un alto crecimiento del país, del aumento de las exportaciones, etc., etc. Pero ¿dónde está la plata?
Los trabajadores siguen con bajos ingresos. Para que decir los que son temporeros, que reciben el sueldo mínimo, pese al alza en las exportaciones e ingresos por varios millones de dólares.
La bencina sigue igual de cara.
La salud continua mal. Fonasa cubre muy poco y las Isapres están cada vez más caras con planes en que reducen las coberturas.
La Educación está igual que la salud.
No me digan que la plata está en las carreteras y autopistas, porque allí invirtieron los privados.
En diciembre de 2004, el reajuste para la Administración Pública fue de un 3,5%, donde la gente que gana sobre un millón de pesos no recibe bono de término de conflicto, aguinaldos ni bonos escolares, en resumen ninguna regalía. (Los ministros y parlamentarios si las tienen)
Este año, ¿el reajuste será igual de "ratón" y discriminatorio?
¿Dónde esta la plata?. Una buena pregunta del candidato Hirsch.
Si el Padre Hurtado viviera, sin duda sería el gran crítico del sistema y se haría la misma pregunta: ¿Dónde está la plata?

miércoles, octubre 19, 2005

Se debe profundizar lo dicho por Lamarca

UN SISTEMA ECONÓMICO
CONDENADO AL COLAPSO

Resulta paradójico escuchar las críticas de Felipe Lamarca, sobre todo porque vienen de una persona que se identificó con el régimen de Pinochet, donde se impuso el modelo neo-liberal existente en Chile. Sin embargo, más allá de cuestionar la biografía de este ingeniero comercial, conviene analizar sus palabras en el contexto que actualmente vive este país.
De sus declaraciones en La Tercera y también en TVN se puede desprender que el futuro que nos espera resulta catastrófico. La excesiva concentración del poder económico está extendiendo un certificado de defunción a los micro, pequeños y medianos empresarios.
Entonces, las políticas para los emprendedores son un engaño o un absurdo, porque estas personas están condenadas de antemano al fracaso. Son el platillo fácil para ser devorados por los grandes conglomerados.
Hace poco, un amigo me comentó que las grandes tiendas tipo Homecenter exigen a sus proveedores que les vendan más caro, por ejemplo, a las ferreterías. No aceptan que ninguno de estos negocios puedan vender más barato que ellos.
Y para eso dedican a "vitrinear" los precios de estas pequeñas competencias, llamando de inmediato al proveedor, bajo amenaza de no comprarles más, para que obliguen al ferretero que suba sus precios.
Si esto ocurre en un área, que queda para el resto. De ahí, la muerte de todos los negocios de barrio, donde sólo sobreviven los que viven del "chaucheo".
Entonces, la cesantía seguirá siendo alta, continuaremos con la distribución desigual del ingreso, no se terminará la pobreza y, por ende, la delincuencia tiene para rato en el debate público.
De las palabras de Lamarca sólo se puede predecir un futuro desolador, salvo que el nuevo Gobierno introduzca los cambios urgentes que exige el modelo económico.

jueves, octubre 13, 2005

Tanto nos cuesta...

¿POR QUE NO PODEMOS
SER FELICES EN CHILE?
Después de ver el partido de la seleccion chilena con Ecuador, me pregunté ¿por qué los chilenos no podemos ser felices?
Parece ser un sino, no sólo en el fútbol. Reviso someramente nuestra propia historia y descubro que cuando comenzamos a rozar la felicidad, todo se nos viene abajo. Nos encargamos nosotros mismos de acabar con nuestros sueños y de los demás.
Nos prometieron una "revolución con sabor a empanada y vino tinto". Miren en lo que terminamos.
Nos dijeron "la alegría ya viene". Y parece que nunca llegó, porque seguimos enfrentando los mismos problemas.
Celebramos las propias derrotas, como el 21 de mayo en Iquique. Para que vamos a hablar del Desastre de Rancagua.
Cuando íbamos a ser ricos con el salitre, crearon el sintético.
Sube el precio del cobre y hay que alegrarse. Sin embargo, ni siquiera nos llega un beneficio. La bencina sigue igual de cara.
El "Chino" Ríos llegar a ser Nº1 del tenis y dura menos que un "candy".
Lucchetti iba a ser una gran empresa en Perú.
Si hasta los de derecha estaban felices con Pinochet. Ellos mismos reconocían que era un dictador, que se le había pasado la mano, pero ladrón, no. Lo podíamos acusar de cualquier cosa, pero de ladrón y corrupto jamás.
Ni siquiera los candidatos exudan felicidad. Todos con sonrisas corcheteadas, con prohibición absoluta de hablar sobre ciertos temas. Los pobres ni siquieran pueden poner cara de asco.
Para qué hablar de la televisión. Los programas hechos para reir están realizados por gente histérica.
Quizá Olmos sea el culpable de la infelicidad de los chilenos. Le pedimos muchas peras...

viernes, octubre 07, 2005

Capaz que se enoje...

DON RICARDO, POR FAVOR
NO LEA MI BLOG


Si hay algo que me gusta de los argentinos es que se ríen de sus gobernantes. Los caricaturizan y los hacen "pebre" cuando le descubren una debilidad. Lo mismo ocurre con los españoles y seguramente con otras democracias.

Sin embargo, nuestro Presidente está molesto. No acepta críticas. Y peor aún, esta "pauteando" a los medios de comunicación, como aquellos tiempos en que Francisco Javier Cuadra, ministro de la Secretaría General de Gobierno de la Dictadura, mandaba las famosas "Pautas blancas" a los diarios y canales de televisión.

Era tal la paranoia de Cuadra, que los diarios debían enviarle, por la noches, sus ediciones para que las revisara. Entonces, si aparecía algo que le disgustara, los medios debían cambiarlo en su edición para Santiago.

Ricardo Lagos es el Presidente, no es un civil cualquiera. Es el Jefe de Estado y TVN, aunque independiente, pertenece al Estado. Entonces, ¿ sentirán hoy temor los periodistas de Televisión Nacional por si sale una nota que le diguste al "Jefe"?
El mandatario tiene que agradecerle mucho a los periodistas, porque sin este vilipendiado gremio no hubiese llegado al sillón de La Moneda.
Al respecto, rindo un especial homenaje a los periodistas que dieron su vida por recuperar la democracia en Chile y a los que lucharon contra la Dictadura desde la Cooperativa, la Chilena y otros medios más, colegas que actualmente se encuentran cesantes.
Perdón, don Ricardo. Por favor no se enoje con este blog y el de muchos más, donde no piensan lo mismo que Usted.

lunes, octubre 03, 2005

El Artículo 1° de la Constitución dice que "las personas nacen libres e iguales en dignidad y en derechos.

CASO LUKSIC VS
GRAFFITEROS

Qué distinto actúa el Gobierno con nuestros compatriotas. Para algunos existen las gestiones diplomáticas, mientras que otros quedan abandonados a su propia suerte cuando deben enfrentar algún problema judicial en el extranjero.
En especial, no tengo nada en contra del señor Andrónico Luksic. Sin embargo, me sorprende la reacción del Gobierno frente a su situación. Fue tanto que se llevó a la Cumbre de Presidentes Sudamericanos, con entrevista al propio Presidente Toledo de Perú.
En cambio, los pobres graffiteros, que hicieron una acción condenable, fueron abandonados absolutamente, dejados en manos de la Justicia Peruana. Solamente, la intervención de una ONG Chilena permitió su libertad y regreso al país.
Sería bueno que el señor Lagos leyerá la Constitución, que ahora aparece firmada por él, y actúe como corresponda con todos los chilenos que enfrentan problemas con la Justicia en otro países.
Si no, seguiremos viviendo en un país con privilegios para algunos pocos, mientras la mayoría quedamos abandonados a la deriva.